31 octubre 2011

Michel Torres debe resolver los acuerdos firmados

Luego de nueve meses de paciente espera para ser atendidos por el presidente municipal de Jalpan de Serra, Miguel Ángel Torres Olguín, para plantearle sus necesidades, humildes campesinos y prestadores del servicio de Transporte Mixto de la Sierra (en su momento apoyadores de su campaña) organizados en Antorcha Campesina, lograron el compromiso por escrito, en agosto del año pasado, de hacer obras de infraestructura social en varias comunidades del municipio, mismas que ayudarían a aliviar un poco las difíciles condiciones de marginación y pobreza en que viven miles de personas, entre las que destacan: la ampliación de luz para Manzanillos y Mohonera de Gudiño, liberación de pasos de vía para la pavimentación del camino Jalpan-Sabino Chico, y elaboración de proyectos para la pavimentación de los caminos Puerto de Ánimas-Mohonera de Gudiño y Embocadero-Barriales, entre otros.

Sin embargo, el presidente nunca ha hecho el menor intento por cumplir su palabra, por lo que, como era de esperarse, de nueva cuenta los solicitantes acudieron ante él y pedir una explicación pero, para su sorpresa, Michel, menospreciando el derecho de agrupación y de petición establecidos en la Constitución, utilizó los mismos argumentos que en sus tiempos usaran los panistas Francisco Garrido y Alfredo Botello, enemigos naturales de la gente pobre y de las organizaciones sociales que los representan. Dice que “el dirigente de Antorcha Campesina en Jalpan, Alonso San Agustín Velasco, no es jalpense”, “que pretende provocar división social y resentimientos en las comunidades”, “que Antorcha, de filiación priista busca desprestigiar y desestabilizar su gobierno”, “que Antorcha Campesina de manera ilegal otorga permisos a comerciantes ambulantes”, etc. Con estos argumentos, olímpicamente, de manera grosera, altanera y provocadora, como buen fanático yunquista, se negó a cumplir lo firmado en el documento.

Michel Torres, en su desesperación por ganarse a la población desinformada, maniobra con sus compromisos, y con chovinismos tontos intenta desviar la atención para no responder de manera concreta a las peticiones.

Pero, para que Michel no se queje de que no respondemos a sus inquietudes, diré sólo lo siguiente:

Cierto es que Alonso San Agustín no es oriundo de Jalpan y no pretendemos ocultarlo, ya que no existe ninguna ley que obligue a los mexicanos a permanecer atados en el lugar en que nacieron, no hay ley alguna que impida que los mexicanos transiten libremente a lo largo y ancho del país, como tampoco está legislado que mexicanos inteligentes, humildes y trabajadores, como Alonso, preocupados por el bienestar y el progreso de los que menos tienen, desenmascaren a funcionarios represores, prepotentes e insensibles que mienten y engañan al pueblo, como Miguel Ángel Torres Olguín.

Alonso, sin ganar un solo peso, ha trabajado por hacer realidad la pavimentación del camino Jalpan-Sabino-Chico, para lo cual consiguió que la federación asignara 29.5 millones de pesos. ¿Qué ha hecho el presidente municipal en este caso? Obstaculizar la realización de éste proyecto porque no es suyo ni le interesa.
Miente Michel al decir que los antorchistas damos permisos a comerciantes ubicados en el centro, sólo apoyamos a un grupo de mujeres inconformes por el trato que reciben de parte de él y su policía, a quienes, por no ser panistas, intenta reubicarlas fuera del área de comercio, mismas que al oponerse fueron golpeadas y remitidas a la cárcel.

El presidente municipal se niega a resolver necesidades urgentísimas de la gente pobre de varias comunidades dejándolas en el desamparo; mientras, utiliza los recursos y programas federales como Oportunidades, despensas, becas, etc., para los miembros del PAN. ¿Quién provoca entonces la división social y resentimiento en las comunidades?

Si el señor presidente quiere exhibirnos como desestabilizadores de su gobierno, marionetas de algún partido o violadores de la ley, el asunto es muy sencillo: que resuelva lo acordado en la minuta firmada en agosto del año pasado y, si las protestas de los antorchistas continúan, quedará probado que Michel tenía razón.