Jerónimo Gurrola Grave
Muy común es en México que los políticos, en su afán de ocupar un puesto de elección popular, haciéndose los carismáticos y conocedores de las necesidades del pueblo, prometan a los votantes solución a todos sus problemas, pero tan pronto como llegan al poder por muy insignificante que sea el puesto logrado, engreídos, desconozcan, maltraten y se dirijan despótica y autoritariamente hacia el pueblo que confió en ellos.
En México como en muchos otros países, los derechos y libertades del común de los ciudadanos inician y terminan, en la elección de sus nuevos gobernantes, de sus nuevos amos, salidos de uno u otro partido político a través del voto popular, de allí en adelante ningún otro derecho tienen, sobre todo los de organización y petición para resolver urgentes necesidades que alivien un poco las terribles condiciones de pobreza y marginación en que viven.
Ni más ni menos así está ocurriendo con varios cientos de campesinos, del municipio de Jalpan de Serra, en la Sierra Gorda queretana, organizados en el Movimiento Antorchista, que están siendo víctimas de la prepotencia y la represión policiaca por el presidente municipal panista Miguel Ángel Torres Olguín, por el hecho de reclamar el cumplimiento de obras elementales que él personalmente se comprometió realizar desde agosto de 2010 entre las que se cuentan: la construcción de un muro de contención en la Esc. Sec. de Sabino Grande, la puesta en marcha de la planta tratadora de aguas residuales de Tancama, pavimentación de la calle principal en Rincón de Pitzquintla, ampliación de luz en Manzanillos y ampliación de agua potable en Mohonera de Gudiño entre algunas otras. Como se ve, obras muy urgentes y que no están fuera del alcance de los recursos que maneja el señor alcalde.
Igual suerte ha corrido un grupo de comerciantes semifijos a quienes se les decomisa su mercancía y se les encarcela por no aceptar colocar sus puestos en las orillas de la población y los miembros de la Asociación de Transportistas de la Sierra a quienes sin ninguna explicación constantemente les detienen sus vehículos; y lo más grave, con el pretexto de que el dirigente regional de los inconformes organizados en Antorcha Campesina Alonso San Agustín Velasco no es originario de Jalpan, el presidente municipal Torres Olguín ha mandado a sus empleados a colocar cartulinas en varias comunidades con amenazas de muerte, al igual que contra Juan González Morales.
Éste es el estilo de gobernar del presidente Torres Olguín, nada raro si tomamos en cuenta que es adicto al ex gobernador Francisco Garrido Patrón y a Alfredo Botello Montes, destacados integrantes de la famosa secta ultraderechista “El Yunque”.
Miguel Ángel Torres Olguín, como buen político panista, autoritario y con ínfulas de dictador, siente un profundo desprecio por el pueblo y de manera especial por el pueblo organizado y consciente, pues, lo considera un estorbo y un peligro para la paz social, y concluye que lo más conveniente es mantenerlo a raya y fuera del alcance de los recursos y programas que él maneja.
Pero, contrariamente de lo que Michel y sus patrocinadores creen, el pueblo trabajador, aunque humilde, posee una gran inteligencia y un gran instinto de clase que le permite detectar con exactitud a sus verdaderos enemigos, y no hay duda de que a pesar de que son muy pocos los mecanismos con que los pobres cuentan para hacerse escuchar, los antorchistas jalpenses los sabrán aprovechar muy bien para librarse de este dictadorzuelo, como lo hizo ya el antorchismo estatal con Garrido Patrón y Botello Montes.
No hay duda, el pueblo pobre consciente, sepultará por completo lo que queda del panismo en el Estado de Querétaro y en el país entero.
20 junio 2011
MIGUEL ÁNGEL TORRES OLGUÍN REPRIME LA PROTESTA SOCIAL
Como dijera Miguel de Cervantes, en su obra, Don Quijote De La Mancha “Deja que los perros ladren Sancho..., esa es señal que ...estamos avanzando”, frase que se identifica con los acontecimientos que están ocurriendo en el municipio de Jalpan de Serra, Querétaro, ya que después de haber estado solicitando los campesinos organizados en Antorcha Campesina al Presidente Municipal, jalpense, Miguel Ángel Torres Olguín, de extracción panista, una serie de peticiones de obras y servicios que ya están comprometidas por el mismo alcalde desde agosto del año pasado, hasta la fecha no hay ningún beneficio para sus pueblos.
Todo lo contrario; a raíz de que en las últimas fechas los campesinos dirigidos por Alonso San Agustín Velasco, representante de Antorcha Campesina en esa zona, cansados de la insensibilidad y sordera del munícipe, decidieron manifestar su inconformidad realizando dos mítines frente a la presidencia municipal. Lejos de resolver el alcalde respondió con una campaña mediática a través de los medios locales hacia los organizados; una serie de calumnias y amenazas, y ahora argumentando que no quiere resolver las demandas por “impunidad” (Plaza de Armas, 12 de junio).
En los medios de comunicación, Miguel Ángel Torres Olguín, denunció que Antorcha Campesina está realizando una campaña de desprestigio en su contra, y yo le digo, sí, así es, precisamente ese es el resultado de su falta de sensibilidad. Los antorchistas no pueden tolerar la forma en que menosprecia a los que han decidido organizarse para exigir mejores condiciones de vida (agua, luz, electrificación, pavimentación, empedrados, ampliación de caminos, planta tratadora de aguas residuales, etcétera, etcétera). Las denuncias que ha difundido en su contra tienen una causa, y las difusiones de volantes y pintas de bardas en su contra, son el efecto, el resultado de hacerse de oídos sordos.
Miguel Ángel Torres Olguín miente, pues a pesar de que en los medios de comunicación sólo centra su declaración respecto que Antorcha Campesina brinda permisos para que vendedoras ambulantes ocupen una calle para colocar sus puestos y ahí realizar sus ventas, es falso. Antorcha sabe perfectamente que no tiene esa facultad de otorgar permisos. Las vendedoras ambulantes han acudido con los antorchistas para que a través de ellos puedan gestionar una mejor ubicación en el mercado municipal donde con su venta puedan ganar algo de recurso para llevar el sustento familiar.
Otro argumento es, que su bandera de lucha de los antorchistas es, “por la falta de transporte que existe en Jalpan y que esa son los dos temas por la que Antorcha Campesina se apoya para descalificar su trabajo”.
En cada una de las declaraciones que ha dicho el presidente municipal, nunca ha hablado sobre el destino de las demandas que arriba se en listan para los pueblos de Tancama, Rincón de Pitzquintla, Mohonera de Gudiño, Manzanillos, Sabino Grande, Sabino Chico y otros pueblos más. El alcalde se olvida que esa es la razón fundamental por la que los campesinos están inconformes y por ello han decidido protestar, denunciando ante la opinión pública el mal trato que han tenido los campesinos organizados. Y además de que se otorguen las concesiones al “Grupo de Transportistas de la Sierra” que es fuente de empleo de los solicitantes, y así mismo reubicar a las vendedoras ambulantes donde convenga mejor su venta y no en donde se les perjudique.
De esto no habla el presidente, sólo se queja como cualquier otro ciudadano común, cuando en sus manos está la solución, por ser él la autoridad, y eso lo sabe bien, sólo que no lo hace por línea política de su partido, pues en el fondo Acción Nacional repudia el antorchismo y la protesta social, pues durante el último gobernador panista, por la represión y falta de sensibilidad hacia la gente humilde, los antorchistas denunciaron a nivel nacional esos agravios, causa clave por la que perdieron el poder político en el ejecutivo estatal. Esa es la razón por la que no quiere negociar Michel Torres con Antorcha.
Clemente Pérez González
Todo lo contrario; a raíz de que en las últimas fechas los campesinos dirigidos por Alonso San Agustín Velasco, representante de Antorcha Campesina en esa zona, cansados de la insensibilidad y sordera del munícipe, decidieron manifestar su inconformidad realizando dos mítines frente a la presidencia municipal. Lejos de resolver el alcalde respondió con una campaña mediática a través de los medios locales hacia los organizados; una serie de calumnias y amenazas, y ahora argumentando que no quiere resolver las demandas por “impunidad” (Plaza de Armas, 12 de junio).
En los medios de comunicación, Miguel Ángel Torres Olguín, denunció que Antorcha Campesina está realizando una campaña de desprestigio en su contra, y yo le digo, sí, así es, precisamente ese es el resultado de su falta de sensibilidad. Los antorchistas no pueden tolerar la forma en que menosprecia a los que han decidido organizarse para exigir mejores condiciones de vida (agua, luz, electrificación, pavimentación, empedrados, ampliación de caminos, planta tratadora de aguas residuales, etcétera, etcétera). Las denuncias que ha difundido en su contra tienen una causa, y las difusiones de volantes y pintas de bardas en su contra, son el efecto, el resultado de hacerse de oídos sordos.
Miguel Ángel Torres Olguín miente, pues a pesar de que en los medios de comunicación sólo centra su declaración respecto que Antorcha Campesina brinda permisos para que vendedoras ambulantes ocupen una calle para colocar sus puestos y ahí realizar sus ventas, es falso. Antorcha sabe perfectamente que no tiene esa facultad de otorgar permisos. Las vendedoras ambulantes han acudido con los antorchistas para que a través de ellos puedan gestionar una mejor ubicación en el mercado municipal donde con su venta puedan ganar algo de recurso para llevar el sustento familiar.
Otro argumento es, que su bandera de lucha de los antorchistas es, “por la falta de transporte que existe en Jalpan y que esa son los dos temas por la que Antorcha Campesina se apoya para descalificar su trabajo”.
En cada una de las declaraciones que ha dicho el presidente municipal, nunca ha hablado sobre el destino de las demandas que arriba se en listan para los pueblos de Tancama, Rincón de Pitzquintla, Mohonera de Gudiño, Manzanillos, Sabino Grande, Sabino Chico y otros pueblos más. El alcalde se olvida que esa es la razón fundamental por la que los campesinos están inconformes y por ello han decidido protestar, denunciando ante la opinión pública el mal trato que han tenido los campesinos organizados. Y además de que se otorguen las concesiones al “Grupo de Transportistas de la Sierra” que es fuente de empleo de los solicitantes, y así mismo reubicar a las vendedoras ambulantes donde convenga mejor su venta y no en donde se les perjudique.
De esto no habla el presidente, sólo se queja como cualquier otro ciudadano común, cuando en sus manos está la solución, por ser él la autoridad, y eso lo sabe bien, sólo que no lo hace por línea política de su partido, pues en el fondo Acción Nacional repudia el antorchismo y la protesta social, pues durante el último gobernador panista, por la represión y falta de sensibilidad hacia la gente humilde, los antorchistas denunciaron a nivel nacional esos agravios, causa clave por la que perdieron el poder político en el ejecutivo estatal. Esa es la razón por la que no quiere negociar Michel Torres con Antorcha.
Clemente Pérez González
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